miércoles, 28 de febrero de 2007

LA SEPARACIÓN NECESARIA

El Estado es una unidad integrada por un grupo social, un espacio territorial determinado y un poder público. Todo esto ordenado bajo una organización jurídica que de cierta forma crea homogeneidad entre seres humanos inmensamente diferenciados.

Como fenómeno social, producto de la misma interacción humana surge el poder; manejado por órganos del Estado sobre los cuales se deposita la soberanía. Así mismo, la dirección, administración y organización del poder queda en manos del gobierno. En el mejor de los casos los gobiernos se instauran de manera democrática.

Ahora, qué ocurre cuando estos gobiernos elegidos democráticamente; a través de una elección universal, directa y secreta comienzan a presentar rasgos de autoritarismo. De repente nos percatamos de que los cinco poderes (Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Ciudadano y Electoral) están todos centralizados y dirigidos por una sola mano.

Y así vemos como en el tablero de ajedrez de la política venezolana se mueven los peones. De la nada el ex director del Consejo Nacional Electoral brincó a la Vicepresidencia de la República. El que fue árbitro en el turbulento referéndum revocatorio pasó a ser uno de los jugadores del Ejecutivo.

Revisando los otros poderes encontramos que Cilia Flores, presidenta de la Asamblea Nacional; Luisa Estela Morales presidenta del Tribunal Supremo de Justicia; Germán Mundaraín, Defensor del Pueblo y Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral. Todos ellos se han declarado pública y abiertamente funcionarios del “proceso”. En términos coloquiales todos son “Rojos, Rojitos”.

Esto me lleva a pensar ¿dónde queda la independencia y la separación necesaria de los poderes? ¿Cómo es posible ser justo políticamente con los 4.292.466 venezolanos que no creemos en el llamado proceso? Todos nuestros poderes van de la mano y siguen el camino de un solo hombre.

No queda espacio para otro color en la política y según las elecciones pasadas 7.309.080 de venezolanos lo apoya. Mientras tanto los otros cuatro millones y pico sólo nos queda mirar, puesta a que la “gran” mayoría ya decidió por un Estado, Gobierno y 5 Poderes totalmente revolucionarios y centralistas.

Cristina Presutto.G.