A pesar del caos político que reina dentro de los partidos del color rojo por aquello de la creación del Partido Único Socialista, su máximo líder no se ha visto afecto. Esto gracias al hecho de que la oficina principal del MVR se encuentra en nuestra pantalla chica bajo el nombre de “Aló Presidente”.
El fenómeno de la tele política no sólo se encuentra en Argentina y Colombia; Venezuela también es un fiel ejemplo de ello. Omar Rincón en su ensayo “Cuando Gobernar es una Emoción Televisiva” habla del hecho de que políticos tanto de izquierda como de derecha no gobiernan, si no que permanecen en campaña. Basando sus estrategias comunicacionales en la creación de expectativas, en vez de ejecutar acciones pasan los periodos presidenciales prometiendo leyes, acciones, políticas y entretenimiento. Manteniendo así abierta la posibilidad y el deseo de los espectadores. Todo esto enmarcado en un televisor, bajo la comodidad de nuestro hogar.
Según Rincón, la democracia en Latinoamérica atraviesa un significante vacío, no significa en realidad, las elecciones en nuestra región se realizan bajo el sentimentalismo y la emoción del momento.
“Qué tipo de democracia es la latina, una que personaliza el poder, que descree en los partidos políticos –orientada por el autoritarismo-, que se llena de fans y seguidores más que de interlocutores y ciudadanos. Una democracia que se construye vía medios de comunicación y sondeos de opinión.” Rincón (2005)
El tricolor Televisivo
El fenómeno de la tele política no sólo se encuentra en Argentina y Colombia; Venezuela también es un fiel ejemplo de ello. Omar Rincón en su ensayo “Cuando Gobernar es una Emoción Televisiva” habla del hecho de que políticos tanto de izquierda como de derecha no gobiernan, si no que permanecen en campaña. Basando sus estrategias comunicacionales en la creación de expectativas, en vez de ejecutar acciones pasan los periodos presidenciales prometiendo leyes, acciones, políticas y entretenimiento. Manteniendo así abierta la posibilidad y el deseo de los espectadores. Todo esto enmarcado en un televisor, bajo la comodidad de nuestro hogar.
Según Rincón, la democracia en Latinoamérica atraviesa un significante vacío, no significa en realidad, las elecciones en nuestra región se realizan bajo el sentimentalismo y la emoción del momento.
“Qué tipo de democracia es la latina, una que personaliza el poder, que descree en los partidos políticos –orientada por el autoritarismo-, que se llena de fans y seguidores más que de interlocutores y ciudadanos. Una democracia que se construye vía medios de comunicación y sondeos de opinión.” Rincón (2005)
El tricolor Televisivo
La televisión trae de manera íntima al líder a nuestro hogar, revive lo que Iván Abreu Sojo define como un de los poderes ocultos del liderazgo: la identificación. Lo reconocemos, lo observamos y sin darnos cuenta lo terminamos aceptándolo no por sus ideas políticas sino por sus cualidades carismáticas. Bríndanos confianza y seguridad, ambas basadas en la transmisión de la cualidad de la sinceridad.
¿Y cómo no querer a nuestro Presidente? Si ahora es que más lo sentimos, no importa la acción de los 5 Poderes, con un buen Presidente nos basta. No sólo nos despertó de la desidia política en que vivíamos, con su tan sonado y televisado “Por Ahora” que lo impulso mediaticamente hace ya más de diez años. Hoy domingo a domingo nos rinde cuentas de todas las acciones que realiza y que tiene por realizar.
Habla como un venezolano común, se viste como un venezolano común, creció como un venezolano común, toma cafecito como cualquier criollo y le gusta la misma comida que al pueblo. Eso sin contar que tiene esa chispa tan venezolana y esos gestos que lo hacen tan barines, tan humano. Bueno, al menos eso transmite por la pantalla chica, ya que su presupuesto para gastos personales se encuentra lejos de ser un venezolano común.
Lo cierto es, que lo venezolanos nos podemos olvidar de esos presidentes de oficina oval, que gobiernan desde un trono. Hugo Chávez Frías gobierna desde la transmisión en cadena nacional o en su defecto desde la transmisión por los canales oficiales. Todo con tal de que los venezolanos conozcamos a manera profunda el tren de la revolución que se lleva a cabo no sólo en Venezuela si no en el resto de Latinoamérica.
Pero, no todo es pura política, durante las alocuciones que duran en un promedio de tres horas se tiene acceso a otras informaciones de carácter más social y de entretenimiento. Se canta, se baila, se llevan invitados especiales, se echan cuentos como los de “Florentino y el Diablo”, se manejan datos históricos. La idea es que los venezolanos disfrutemos a plenitud nuestra cultura popular y todo llevado de la mano de nuestro Presidente.
Mientras el debate abierto, los demás programas de opinión, la separación de los poderes, las empresas privadas, la educación lejos de la idealización y los presidentes que se dedicaban a gobernar en vez de mediatizar son un recuerdo que se ha deslumbrado por tres palabras: “Luces, Cámara y Acción”
3 comentarios:
Cristina: como siempre, excelente estilo. Para efectos de este trabajo, me hubiese gustado que te refirieras a una emisión especifíca del programa del presidente. Muy bien contextualizada la critica con los comentarios del artículo.
También lo estamos viviendo en Ecuador }
Muchos saludos, te hemos referenciado en Simbolos de Libertad.com
Saludos del editor de contenidos
www.simbolosdelibertad.com
El nombre de tu blog me resultó llamativo. Y revisando uno que otro escrito tuyo, aunque hace tiempo no hay palabras recientes, veo que remites todo lo político y social al tema del papel del presidencialismo. Si bien es un tema primordial, pues es un aspecto definitivo en los países de la región, creo que se subvalora el rol de la ciudadanía.
He viajado a Venezuela varias veces desde hace tres años, y más que intentar detectar si se es chavista o de la oposición, o si Chávez es populista o no, me interesó ver procesos de participación, ajenos a las cuestiones políticas.
Sería interesante que se intentara mirar qué sucede con ellos a la luz de una polarización política, y cuál es la dinámica de la relación entre ellos y el presidencialismo.
Saludos desde Colombia.
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